martes, 12 de enero de 2010

“Hemos investigado durante decenios para conseguir estas milésimas de segundo”.



Desde nuestros primeros pasos en 1916, una pasión nos empuja continuamente a nosotros y a nuestros ingenieros hacia niveles de rendimiento cada vez más altos y nos lleva a fabricar motores cada vez más eficaces, más potentes y más fiables. Todas nuestras innovaciones deben cumplir desde el primer momento el criterio principal de BMW: el placer de conducir.


Y eso es independiente del número de cilindros y de la cilindrada de los motores. Es el caso del cuatro cilindros en línea de gasolina que no solo incorpora nuestra experiencia de casi un siglo en el desarrollo de motores, sino sobre todo la innovadora técnica de inyección de alta precisión (HPI). Por eso nuestros motores son tan eficaces. Los inyectores piezoeléctricos son el elemento central de la inyección de alta precisión: que pulverizan el carburante y optimizan la combustión multiplicando en un instante por 200 la presión que reina en el interior de la cámara de combustión. El aire y el combustible ya no se introducen en la cabeza del pistón para que se mezclen, sino que se inyectan en forma de chorro cónico perfectamente dosificado. Por eso los ingenieros hablan también de inyección directa de gasolina de chorro guiado. Los conductores hablan sobre todo del resultado: más potencia con menos consumo. Lo llamamos la esencia del placer de conducir.

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